El programa Turístico y Cultural “Lucrecia y María, Duquesas del Territorio Borja” llega a su fin, con un éxito rotundo de afluencia y de repercusión mediática.

Aprovechando el 500 aniversario de la muerte de Lucrecia de Borja, el Palau Ducal dels Borja de Gandia junto con el Monasterio de San Jerónimo de Cotalba, presentan esta iniciativa cultural única, con el objetivo de sensibilizar sobre la importancia de la mujer en la historia.

Con esta iniciativa por parte del Palau Ducal dels Borja de Gandia, se ha pretendido romper con los típicos tópicos de ambas mujeres y centrarse más en su vida real directamente, y de muchas otras, indirectamente, sin las que la historia no hubiese sido lo mismo. Sus decisiones, sus ambiciones, su fortaleza, sus conocimientos, sus capacidades, su saber hacer y sus relaciones en un contexto político y social complicado, hacen de ellas personajes dignos de ser estudiados y divulgados por marcar, en muchos aspectos, la época histórica que les tocó vivir.

Patio de Armas y escalera monumental del Palau Ducal dels Borja de Gandia desde la Galería de la Cerámica.

A través de conferencias, visitas teatralizadas y del programa Turiart, hemos acercado las figuras de Lucrecia de Borja y de María Enríquez a todo el público, para darlas a conocer como lo que fueron: grandes mujeres de su época. Y a pesar de que las actividades en el Palau Ducal ya han finalizado, el programa continua hasta septiembre, con itinerarios naturales y urbanos, y un fantástico concierto, el 12 de julio, en el Monasterio de San Jerónimo de Cotalba, para los amantes de la buena música.

Portada principal del Programa Cultural Lucrecia y María.

Este exitoso programa se incluye dentro del programa cultural “Territorio Borgia”, iniciativa de Turisme de la Comunitat Valenciana, y apoyada por el Ayuntamiento de Gandia y Valencia Turisme.

A través de Lucrecia de Borja, Duquesa de Ferrara y de María Enríquez, Duquesa de Gandia, hemos pretendido reivindicar la importancia de la figura de la mujer en una historia de hombres, haciéndoles justicia y presentándolas realmente como lo que fueron: mujeres valientes, espléndidas políticas y gestoras brillantes.

Lucrecia y María, como muchas otras, supieron hacerse un lugar en la vida social, cultural y política, demostrando su validez, a pesar de que en muchas ocasiones, el precio fuera ser objeto de chismorreos y de las malas lenguas.

Lucrecia, Duquesa de Ferrara, fue cuñada y amiga de María Enríquez, Duquesa de Gandia, a través de una larga correspondencia. Ambas mujeres, ligadas a la familia Borja, fueron grandes humanistas y queridas vecinas de sus territorios, y que nos han servido de excusa para valorar el papel que ellas y otras mujeres han desempeñado en nuestra historia, convirtiéndose así en inspiración para muchas personas.