LAS PINTURAS MURALES GÓTICAS

Las pinturas murales góticas de la llamada Sala de la Cinta son la más antiguas del edificio datadas entre los siglos XIII y XIV. Por los motivos representados, hay que remontarse a la época del gobierno del rey Jaime II. Fueron descubiertas en 1894 durante las obras de remodelación del antiguo archivo de los Osuna (hoy zona de la escalera de acceso en planta noble).

Las dimensiones del conjunto pictórico según el P.P. Solà son de 9,55 x  5,40 m y 7.70 m de alto.

La Sala de la Cinta era una estancia importante dentro del Palau reservada para recibir a los personajes más ilustres. Se trata de una decoración mural que se divide en seis estratos horizontales diferentes separados por cintas verdes. En ellas aparecen los escudos de Aragón y Sicilia (las barras y el águila), unas palabras latinas de clara inspiración religiosa separadas por tres rosetas que alternan los colores rojo y negro. Según los documentos históricos el texto completo sería:

AVE · GRATIA · PLENA · DOMINUS · TECUM · BENEDICTA · TV · IN · MULIERIBUS · ET · BENEDICTUS · FRUCTUS · VENTRIS · TUI · SPIRITUS · SANCTUS · SUPER · VENIET · IN · TE · ET · VIRTUS · ALTISSIMI · OBUMBRABIT · TIBI

En el siguiente registro destacan una serie de  grecas, que se entrelazan de forma magistral y entre ellas guardan unas rosetas verdes. Debajo de esta cenefa vuelven a aparecer los escudos de Aragón y Sicilia, y escenas de muy distinto ámbito, ya que se encontraban desde juglares bailando al son de instrumentos, a caballeros que parecen luchar en torneos, hasta diversas fantasías de animales. Cierra el conjunto dos cenefas más con simbología floral y geométrica.

Los trabajos de restauración llevados a cabo en 2010 han permitido recuperar parte del conjunto pictórico y consolidar el tapial original de su construcción.